En China, creen que el agua debe estar presente en el jardín de una forma u otra. Por ejemplo, un estanque, un recipiente con agua o un géiser en las rocas. El agua en movimiento sobre todo llena el jardín de energía: una fuente, una cascada, un arroyo.
Cualquier agua atrae a una variedad de criaturas vivientes: mariposas, libélulas, pájaros, ranas y otros animales pequeños. El murmullo de un arroyo calma, le permite relajarse, alivia el estrés. El arroyo mejora la situación ecológica en el jardín y el régimen hidrológico al humedecer el aire.
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